Para este piso con vistas a la montaña se tomaron dos decisiones importantes: construir una chimenea y abrir la cocina al salón comedor. Las tonalidades claras, la madera, el microcemento y la iluminación son los conectores del espacio.
En la sala de estar se presenta el reto de unificar la zona del televisor con un elemento tan potente como es la chimenea, resuelto con el diseño de un cuerpo multifuncional de líneas minimalistas, que sus habitantes pueden utilizar incluso como banco. La cocina por su parte invita a ser vivida en compañía gracias a una distribución amable.
Una nueva distribución que permite disfrutar de la naturaleza y la calidez del fuego del hogar desde todos sus ángulos.